Imagen dominio público A finales del siglo XVI el predominio de la lógica, la moderación y el clasicismo del Renacimiento comienzan a fatigar a las nuevas generaciones. Así pues, la obra equilibrada renacentista será sustituida por un nuevo estilo en el que predominan la expresividad y la imaginación. En arquitectura aparece un repertorio de curvas, elipses, parábolas, etc que rompen las líneas clásicas del estilo anterior, sustituyendo o recubriendo el equilibrio del arco de medio punto de origen romano (que, no obstante, seguirá siendo el que se emplee de forma fundamental). Las columnas clásicas se verán sustituidas por retorcidas columnas salomónicas, la rectitud de los muros se verá curvada buscando nuevas perspectivas y, sobre todo, el efecto luminoso, el claroscuro... en resumen: la teatralidad. No se abandonara la cúpula renacentista, pero se verá (como todos los elementos constructivos del edificio) recubierta o incluso rota, deformada, por la riquísim...
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