La abandonada y triste estación de tren de Malanquilla forma parte de un gran proyecto ferroviario fallido, el eje ferroviario Santander –Mediterráneo (quizá algún día escriba algo sobre él).
Pese a que ahora se ve abandonada, en ruinas y a puntito de desaparecer (¿será la próxima tormenta o aun aguantará unos años?), pese a todo eso, La estación de tren de Malanquilla contó con mucha vida hasta su cierre, junto con el resto de estaciones que jalonaban el abandonado tramo de vía entre Calatayud y Soria, en 1985 (puede que fuera un TER el ultimo tren que pasó por allí). Aun se puede ver, como en cualquier otra estación (hombre... igual en Delicias no está, pero mirad en cualquier estación pequeña), la indicación de altimetría (más de mil metros, casí ná!), el cartel identificador (MALANQUILLA) en cerámica, se puede intuir una sala de espera, los postes de las farolas en el andén... pero el balasto de sus vías está invadido por las zarzas, los espinos y las encinas (los “chaparros” en nuestra tierra) y del edificio de la estación cada vez va quedando menos... cuesta creer que hace menos de treinta años en ella se agolpaban gentes de Aranda, Malanquilla, Bijuesca, Berdejo, militares del cercano campamento (con sus historias de la p... mili)... esperando un tren que, quién sabe, quizá les llevase a un nuevo lugar, a una nueva vida lejos de sus pueblos.
No se, quizá si hubieramos invertido un poco más en estas pequeñas estaciones de ferrocarril tendríamos más vertebración territorial, más oportunidades laborales en el mundo rural, menos abandono de los pueblos y... (umm! quien sabe...) menos paro en las ciudades. Es un suponer.
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